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El poder de la visualización, el estrés y el condicionamiento neuro asociativo
El poder de la visualización
Nuestros sentidos tienen un poder increíble: el poder de transmitir contenidos al subconsciente.
Es a través de nuestros sentidos que percibimos la realidad. Miramos, oímos, sentimos, etc. Todo el proceso suele tener lugar de forma inconsciente, es decir, mientras miramos no pensamos en el acto de mirar, mientras escuchamos simplemente los sonidos, sin analizar la esencia de esta actividad.
Se podría decir que así es como nos han programado, todo sucede automáticamente. Automáticamente, los contenidos del mundo se almacenan en nosotros, para quedarse allí e influir en nuestra percepción y en nuestra vida.
Los estudios del psiquiatra americano Dr. Milton H. Erickson han demostrado que el cerebro no distingue entre la realidad y la buena visualización.
Las imágenes mentales responden a las mismas leyes y procesos que las percepciones reales. De hecho, el cerebro funciona en gran medida por medio de imágenes (el modo lingüístico no es muy relevante en comparación con el imaginativo) y es a través de este mecanismo principal que se manifiestan los efectos psicosomáticos demostrados por la psico neuro-endocrino-inmunología (que se describe a continuación).
Diversos estudios han demostrado la posibilidad de influir en diferentes parámetros fisiológicos a través de meditaciones guiadas y las terapias energéticas
- Ritmo cardíaco
- Presión arterial
- Actividad electromiografía
- Percepción del dolor
- Procesos de curación
- Rehabilitación, etc.
Los efectos de la relajación imaginativa son:
- Aumento de la amplitud y la regularidad de las ondas alfa,
- Disminución del consumo de oxígeno y del ritmo cardíaco y respiratorio,
- Regulación de la producción de la hormona cortisol,
- Aumento de la producción nocturna de la hormona melatonina (lo que da lugar a una mejora de la calidad del sueño y a la sincronización de los ritmos biológicos).
Las investigaciones ulteriores sobre la corteza motora han demostrado que está organizada no tanto en función de las zonas corporales topográficas, sino más bien en relación con movimientos corporales complejos específicos dirigidos en el espacio hacia un objetivo definido (Graziano et al, 2002).
De ello se desprende que un movimiento realizado al imaginar (visualizar), por ejemplo, para agarrar, repeler o dibujar un objeto implica al sistema nervioso mucho más que el mismo gesto realizado sólo mecánicamente, estimulando y desarrollando así la propiocepción de esa articulación o área corporal específica (Reed, 1996).
Preservar y desarrollar la capacidad de visualizar es, por lo tanto, de fundamental importancia para el hombre.
El estrés y el condicionamiento neuro-asociado
Cabe destacar que un mismo estímulo es capaz de producir tanto un estrés más o menos positivo como un estrés más o menos negativo, según nuestra interpretación consciente e inconsciente del mismo; y esto depende de nuestras experiencias, prejuicios, creencias, etc.
Además, es precisamente el aspecto emocional el factor principal que determina los procesos fisiológicos y bioquímicos de la reacción de estrés.
Por condicionamiento neuro asociativo o impronta psicobiológica nos referimos al estado mental asociado a un determinado estímulo. La respuesta a tal estímulo es un cierto comportamiento condicionado, asociado a cambios fisiológicos en el cuerpo, basado en las características (tipo, intensidad) del propio condicionamiento.
Basta con añadir, para reiterar la importancia del condicionamiento neuro asociativo, que, como afirma M.S. Gazzaniga, director del «Programa de Neurociencia Cognitiva» del Dormouth College,
«El 98% de lo que hace el cerebro está fuera del dominio de la conciencia»
- Entradas ambientales
- Recepción (visual, auditiva, olfativa, cinética)
- Modulación a través de experiencias, creencias, generalizaciones, neuro asociaciones, etc.
- Representación interna
- Reacción fisiológica
- Estado de ánimo
- Comportamiento
De estos estudios nacieron todas las terapias y técnicas basadas en el condicionamiento neuro asociativo (cognitivo-conductual, hipnosis moderna, terapia estratégica, PNB, etc.) que tienen como objetivo ampliar los límites de la realidad creada por cada uno de nosotros y en una gestión voluntaria de las neuro asociaciones.
Así, por ejemplo, al entrenar al sujeto para que se someta a ritmos cerebrales bajos durante la sesión de tratamiento, se creará un condicionamiento neuro asociativo con la posición acostada o la asumida en la camilla de masaje, lo que redundará en una mejora del sueño, con todos los beneficios que ello conlleva.
No sólo eso, si durante la sesión usamos la misma música, siempre la misma, aquí también determinaremos, con el paso de las sesiones, un condicionamiento positivo que la persona podrá aprovechar en su casa: bastará con escuchar la misma música.
Lo mismo se puede obtener usando el perfume o la esencia presente en el aceite de masaje. La persona, por ejemplo, puede sentir la misma esencia, luego las sensaciones asociadas a ella, añadiéndola en su espuma de baño o simplemente nebulizándola en el ambiente (las vías respiratorias permiten un efecto directo sobre el hipotálamo, representando así una vía privilegiada, por lo tanto, una neuro asociación particularmente eficaz).